jueves, 18 de octubre de 2007

Estudio sobre la estupidez humana


Ahora que la Península de Santa Elena (Salinas), en Ecuador, decidió separarse de la provincia del Guayas (Guayaquil), medito sobre un estudio que se realizó hace tiempo sobre la estupidez humana. Y es que las ansias de poder político en Latinoamérica no tienen límites.

Carlo M. Cipolla decía: “Tengo la firme convicción, avalada por años de observación y experimentación, de que los hombres no son iguales, de que algunos son estúpidos y otros no lo son.”

Y luego pasa a enunciar las Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana, que, según Cipolla, son como sigue:

  1. La Primera Ley Fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
  2. La Segunda Ley Fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
  3. La Tercera Ley Fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
  4. La Cuarta Ley Fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
  5. La Quinta Ley Fundamental: " La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".
Y medito sobre este estudio pues, los habitantes de la Península de Santa Elena no meditaron sobre el costosísimo error y perjuicio que se ocasionan, todo por complacer su ego y orgullo. Por lo pronto la Comisión de Tránsito del Guayas, siendo un ente independiente del resto de la República, ha anunciado el retiro de toda su infraestructura de la nueva provincia, o sea, se van a llevar hasta los semáforos.

El señor Cipolla hace un análisis de este comportamiento suicida definiendo a los estúpidos y a los superestúpidos:

"Los Estúpidos: Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones.

Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación -o mejor dicho- solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida.

La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos."

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