miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cuentos cortitos

Aprovechar una situacion desfavorable



Cuenta esta historia que un joven de la ciudad se fué al campo y le compró un burro a un viejo campesino, por $ 100.


El campesino acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:


- Lo siento hijo, pero tengo malas noticias... el burro murió.


- Bueno, entonces devuélvame mi dinero...
- No puedo, ya lo he gastado…
- Bien... da igual, entrégueme el burro...


- Y ¿para qué?... ¿Qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.


- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?


- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.


Un mes después de este suceso, se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.


-Que pasó con el Burro?


- Lo rifé, vendí 500 rifas a $ 2.- y gané $998.-
-¿Y nadie se quejó?


- Sólo el ganador... pero a él le devolví sus $ 2.


CONCLUSIÓN: éste es un ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable, en un éxito.




Respetar las opiniones




Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un Japones poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japones , y le pregunta:


- 'Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz?
- 'Si', respondió el japones... 'Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.'




Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente
y piensan diferente. No juzgues............ Solamente COMPRENDE






Los Niños




En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.


Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: “¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...”


En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:


—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
— No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.


"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr". 


Einstein








Las Tres Rejas


El joven discípulo de un filósofo sabio llegó a casa de este y le dijo:


—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando mal de usted.
—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo—.


¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
—¿Las tres rejas? 
—Sí. La primera es la reja de la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
—No; lo oí comentar a unos vecinos.
—Entonces al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Esto que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
—No, en realidad no. Al contrario...
— ¡Vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
—A decir verdad, no.
—Entonces —dijo el sabio sonriendo—, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.