martes, 22 de mayo de 2007

¿Existe el mal?


Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta: ¿Dios creó todo lo que existe? Un estudiante contestó: Sí. ¿Dios creó todo?: Sí señor, respondió el joven. El profesor contestó: Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe, y si las obras son un reflejo de quien las hace, entonces Dios es malo.

El estudiante se quedó callado ante esa respuesta. El profesor se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.

Otro estudiante levantó la mano y dijo: ¿Puedo hacer una pregunta, profesor? Por supuesto, respondió. El joven se puso de pie y dijo: ¿Cree usted que existe el frío? ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe. ¿Acaso usted no ha tenido frío? El muchacho siguió: De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, y el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, pero el frío en realidad no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

Continuó el estudiante: ¿Y existe la oscuridad? El profesor respondió: Por supuesto. El estudiante contestó: Pienso que la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber lo oscuro que está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio. Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describirlo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor: ¿Existe el mal?. El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son manifestaciones del mal. El estudiante respondió: El mal no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien debido, y es, al igual que los casos anteriores, un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existe el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
El profesor se quedó callado.

El joven se llamaba Albert Einstein.

viernes, 18 de mayo de 2007

La paradoja de nuestro tiempo


Tenemos edificios más altos pero temperamentos cortos,
autopistas más anchas pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más pero tenemos menos,
compramos más pero disfrutamos menos,
Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas,
más compromisos pero menos tiempo,

Tenemos más títulos pero menos sentido común,
más conocimiento pero menos criterio,
más expertos pero más problemas,
más medicinas y menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado.
Aprendimos a armar una vida pero no a vivirla plenamente.
Hemos llegado a la luna y regresado pero tenemos problemas a la hora de cruzar la
calle y conocer a nuestro vecino...

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior, limpiamos el aire pero polucionamos nuestras almas.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral,
Hemos aumentado la cantidad pero no la calidad,
Estos son tiempos de personas más altas con caracteres más débiles,
con más libertad pero menos alegría, con más comida pero menos nutrición.

Son días en los que llegan dos sueldos a casa pero aumentan los divorcios,
son tiempos de casas más lindas pero hogares rotos,
un tiempo con demasiado en la vidriera y poco de puertas adentro,
"No guardes nada para una ocasión especial" Cada día que vives es una ocasión especial, por eso... Lee más y limpia menos.

Siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte únicamente en las malas hierbas.
Pasa más tiempo con tu familia y amigos y menos tiempo trabajando.
La vida es una sucesión de experiencias para disfrutar no para sobrevivir...
Usa tus copas de cristal, ponte tu nueva ropa para ir al supermercado.
No guardes tu mejor perfume para esa fiesta especial, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.

Las frases "algún día", "uno de estos días"...quítalas de tu vocabulario, Si vale la pena hacerlo, oírlo, verlo, quiero poder disfrutarlo ahora.
Si supiéramos el tiempo de vida que nos queda, seguramente desearíamos estar con nuestros seres queridos, iríamos a comer nuestra comida preferida, visitaríamos los sitios que amamos...
Son pequeñas cosas las que nos harían enojar si supiéramos que nuestras horas están limitadas...Enojados porque dejamos de ver a nuestros mejores amigos, enojados porque no escribimos aquellas cartas que pensábamos escribir "uno de estos días", enojados y tristes porque no dijimos a nuestros padres, hermanos, hijos, sobrinos, amigos, cuánto los
queremos.

Por eso...no intentes retardar o detener o guardar nada que agregaría risa y alegría a tu vida, cada día, hora, minuto, semana es especial...
Si recibes esto es porque alguien te quiere, si estás ocupado/a para tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tu quieras y te dices a ti mismo/a que lo enviarás "uno de estos días"...piensa que "uno de estos días" puede estar muy lejano o puede no llegar nunca.